La subregión Cordillera del Departamento de Nariño es un territorio óptimo para la producción de cacao de calidad. Sus condiciones climáticas y geográficas únicas han permitido que sus habitantes consoliden una producción de cacao sostenible que fortalece el desarrollo del territorio.
Gracias al proyecto Cacao para la Paz, liderado por la Fundación Ayuda en Acción y financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), los productores de cacao continúan haciendo de este, un cultivo que promueve la consolidación de la paz en Nariño.
Conoce más del proyecto "Cacao para la Paz" aquí.
Transformación para las comunidades en la subregión cordillera
En el marco del proyecto, los productores de cacao están trabajando para generar un sistema productivo sostenible que permita mejorar la calidad de vida. Sin embargo, los productores están apostando, desde hace más de una década, por hacer del cacao una alternativa a los cultivos de uso ilícito.
Esa iniciativa ha vinculado 92 a familias cacaoteras en los municipios de Policarpa, Cumbitara y Leiva de la Subregión cordillera de Nariño. Estas poseen un promedio de 1.25 hectáreas de cultivos de cacao, alcanzando rendimientos de 500 kg por hectárea al año. De estas, 59 familias estas integradas en la Asociación de Productores de Cacao de Policarpa – ASOCACAO POLICARPA.
La generación de ingresos por la producción de cacao es una de las principales fuentes económicas de los productores. Esto les ha permitido satisfacer sus necesidades básicas y mejorar su calidad de vida.
De esta manera no solo se mejoran sus actividades productivas, sino que se fortalecen prácticas sostenibles con modelos productivos para conservar los suelos y la proteger la biodiversidad.
Retos de las comunidades
La producción de cacao contribuye a diversificar la economía local y aumentar la resiliencia del territorio. Sin embargo, las comunidades han enfrentado una serie de retos:
Retos técnicos: Falta de tecnología y equipos adecuados para mejorar la eficiencia y la productividad, limitaciones en el acceso a semillas de calidad que afecta la productividad y la calidad del cacao.
Retos ambientales: Degradación del suelo especialmente si no se utilizan prácticas sostenibles que puede afectar la producción de cacao, especialmente si no se adoptan prácticas de adaptación y mitigación.
Retos organizacionales: Principalmente en los modelos asociativos de y cooperación, lo que dificulta la comercialización y la estandarización del modelo productivo.
Para afrontar estos retos, el proyecto busca brindar acompañamiento técnico y especializado para fortalecer cada uno de los eslabones de la cadena productiva del cacao.
A nivel socioempresarial, reciben asesoría para impulsar sus organizaciones. Desde el componente agroindustrial, acceden a información para la transformación del cacao en sus derivados. En el componente ambiental, diseñan los modelos productivos, que incluyen variedades de cacao con altos rendimientos en arreglos forestales basados en las características del territorio. Por último, desde el componente técnico-productivo, reciben asistencia técnica y capacitación teórico-practica en la producción, postcosecha y actividades de renovación de cultivos para insertar variedades de cacao.