Cada 7 de julio se celebra el Día Mundial del Cacao, una fecha dedicada a reconocer las propiedades y beneficios de este fruto de origen amazónico. Este cultivo se ha convertido en uno de los principales motores para la construcción de paz y la generación de ingresos para las familias rurales en Colombia. En el departamento de Nariño, 1.200 familias productoras de cacao lo han denominado "El cultivo de la paz".
Esta denominación es en gran medida fruto del apoyo brindado durante más de cinco años por Ayuda en Acción y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) a 450 mujeres que han liderado procesos de producción, transformación y comercialización del cacao, como una alternativa para mejorar su calidad de vida y la de sus familias.
Hoy, 1.151 hectáreas de cacao han sido cultivadas bajo sistemas agroforestales, 42 productores del Consejo Comunitario Bajo Mira y Frontera cuentan con certificación orgánica de sus productos y 6 organizaciones han fortalecido sus capacidades administrativas. Esto gracias al convenio entre Ayuda en Acción y AECID, que con una inversión de 2.5 millones de euros finalizó su primera fase en el 2023.
Behind de cacao
En el marco de cierre de la primera fase, Ayuda en Acción, con el apoyo de AECID y MNR Comunicaciones & Ediciones presentaron el libro Behind Cacao. La publicación describe el origen, tradición y cultura del cacao hasta el uso de este “alimento de los dioses” aplicado a recetas inspiradas en preparaciones y tradiciones culinarias regionales, para llevar el chocolate de Tumaco producido por las mujeres cacaoteras de Nariño al mundo gourmet.
Behind Cacao a lo largo de sus páginas, hace una recopilación del proyecto “Cacao Calidad Nariño”, que devuelve la esperanza en el país y la credibilidad frente a este tipo de proyectos sostenibles; fotografías que hablan por sí solas e historias de transformación de mujeres y familias enteras, se muestran como estas comunidades han cambiado su presente y su futuro continuando el legado del cultivo del cacao.
Cacao para la paz en el Suroccidente Colombiano
Tras los buenos resultados de la primera fase, Ayuda en Acción y AECID firmaron un nuevo convenio por cuatro años, con el objetivo de seguir contribuyendo al desarrollo rural integral y sostenible de los territorios, con un enfoque especial en mujeres y jóvenes. Este convenio busca conformar un "corredor cacaotero" que vincule a los departamentos de Nariño, Cauca y Valle del Cauca (Conozca el proyecto: Cacao para la paz).
El "corredor cacaotero" beneficiará a 492 productores: 226 en los municipios de Cumbitara, Policarpa y Tumaco en Nariño; y 266 en los municipios de Caloto, Guachené, Padilla y Villarrica en el Cauca. El Valle del Cauca, por su parte, jugará un papel clave como conexión comercial y de exportación.
El convenio se centrará en el mejoramiento técnico en la producción primaria, el tratamiento postcosecha, la transformación agroindustrial y la inserción en mercados especializados, a través de iniciativas agroempresariales comunitarias.
Al respecto, María Isabel Cerón de Sousa, representante en el país de Ayuda en Acción, manifestó que: “El propósito es llegar a transformar procesos artesanales, mediante la generación de valor agregado a los procesos de producción del cacao en Colombia, buscando que aquellas zonas que tienen potencial se desarrollen manteniendo sus excepcionales características, y que a su vez produzcan mejores condiciones para los diferentes grupos de interés que hacen parte de la cadena de valor”.
Un país con potencial cacaotero
En Colombia no solo hay una gran diversidad de cacaos de origen propio, sino muchas regiones aptas para su cultivo, con condiciones especiales de clima y suelos que constituyen un diferenciador frente a otros países. “Si a estas condiciones se suma un debido acompañamiento técnico a los productores para la mejora de sus plantaciones y el adecuado tratamiento en la postcosecha, el resultado final es un cacao único con calidad superior para competir en los mercados internacionales”, enfatiza la representante.
De esta manera, Ayuda en Acción ha venido consolidando un modelo de intervención orientado al fortalecimiento de cadenas de valor con enfoque de mercados inclusivos y sostenibles, con miras contribuir a la dinamización de la economía y la generación de capacidades en los territorios en los que tiene presencia, especialmente en zonas con elevada presencia de población campesina y afrocolombiana.