La pobreza y la desigualdad en el mundo son problemáticas que parecen lejos de extinguirse y que, al contrario, con la expansión de la Covid-19.
Detrás de esa angustia diaria de conseguir el alimento básico, miles de niños, niñas y adultos están rozando la desnutrición. ¿Cómo saber que efectivamente el problema del hambre está generando consecuencias graves en el cuerpo humano?
Según la Organización Mundial de la Salud, cuando una persona no ingiere suficientes alimentos se produce la “emaciación”.
Problema
La deficiencia de micronutrientes se produce cuando una persona no ingiere la suficiente cantidad de vitaminas y minerales por medio de su dieta derivando en varios problemas. Dependiendo de la edad, un niño debe consumir entre 1.000 calorías y 2.000 calorías al día buscando un equilibrio entre verduras, frutas, proteínas y harinas. Pero lamentablemente esto no es posible para familias que viven en situación de pobreza. Este problema se ha incrementado aún más con la pandemia pues la economía se ha visto muy afectada y para las personas que viven de lo que puedan conseguir en trabajos informales, la cuarentena los ha afectado notoriamente. A esto se suma la migración de los últimos años en el país.

Se estima, según el Programa Mundial de Alimentos en Colombia, que el 54% de los hogares migrantes tienen inseguridad alimentaria, el 78 % vive por debajo de la línea de pobreza y el 88 % refiere que la principal motivación para venir a Colombia.
En Ayuda en Acción buscamos ayudar a que la brecha de la desigualdad disminuya y durante la pandemia estamos entregando mercados a familias que más lo necesitan en zonas muy vulnerables donde las posibilidades son escasas, entre ellas, Cúcuta, uno de los municipios en los que conviven población migrante, retornada y de acogida. Entre todos podemos apoyar a miles de personas que lo necesitan, únete en estos momentos todos #Somosayuda.