El Festival al Viento (FESVI) es una iniciativa que nace en el 2019 por un grupo de lideres de la Comuna 1 de Cali y que tiene como objetivo reunir a sus habitantes, artistas, emprendedores e instituciones públicas y privadas, a través de jornadas artísticas y culturales, para visibilizar los procesos positivos y transformadores que se llevan a cabo en los barrios y sectores que conforman este territorio.
En su más reciente versión, el Festival al Viento con su lema “Zurcir el horizonte”, generó espacios pedagógicos, una feria de emprendimientos y actividades artísticas a cargo de los artistas locales, además de invitados nacionales e internacionales que se sumaron al festival.
La edición No. 4 del Festival al Viento estuvo a cargo del comité organizador conformado por líderes comunitarios, Ayuda en Acción, el colectivo artístico Montañarte y el Centro Cultural de Vista Hermosa. Así mismo, el evento contó con la participación de la Alcaldía de Cali con Casa Matria que hace parte de la Subsecretaria de Equidad de Género de la ciudad.
Festival al viento: espacio donde converge el arte, el diálogo y la reflexión
El evento contó con 3 días para la realización de las actividades. El primer día se realizó el “slam poético” en el corredor gastronómico de Villa del Mar, una competencia de poesía en la que participaron exponentes locales, nacionales e internacionales. Durante el segundo día, en la cancha del 6, se dio lugar a la tradicional “Cometada”, una actividad emblemática que reunió a la comunidad para dar vuelo a las cometas. Posteriormente, el tercer día permitió el cierre del evento en el Centro Cultural de Vista Hermosa a través de una jornada de reflexión en torno al reconocimiento de la economía del cuidado y la importancia de la prevención de violencias basadas en género, liderada por Casa Matria.
Para esta última, se propuso un juego de cartas diseñadas por las mujeres participantes del semillero psicosocial del proyecto “Sembremos Semillas de oportunidades en la Comuna 1 de Cali”, implementado por Ayuda en Acción, que narraban situaciones de la vida cotidiana frente a las VBG.
Así mismo, es importante resaltar que el festival puso a disposición de sus participantes “La Yurta”, un domo tejido en bambú diseñado por Ayuda en Acción, y que se configuró como un espacio seguro para el diálogo, la reparación y el manejo de las emociones de los participantes de esta actividad.
“En el espacio de la yurta hablamos con mujeres, jóvenes y hombres alrededor de la importancia de reconocer la economía del cuidado; que no es otra cosa que el papel histórico que las mujeres han desempeñado cuidando las familias, los adultos mayores y los niños. También dialogamos sobre las VBG para que no se sigan repitiendo estereotipos y estigmas propios de estas violencias que tanto nos golpean.” Juan Manuel Gómez, coordinador del proyecto.
Una articulación para el fortalecimiento comunitario

Estos 3 programas formativos no solo están contribuyendo al desarrollo de habilidades y conocimientos en la comunidad. Están sembrando las bases para un futuro más prometedor y sostenible.
“En estos cuatro meses que he estado en el proceso de formación el aprendizaje ha sido muy valioso para mi vida personal y para mi entorno. He aprendido que todas las personas somos iguales, tanto hombres como mujeres tenemos los mismos derechos”. María Elena Romero, habitante de la Comuna 1 y participante del Semillero Psicosocial AeA.
En el marco de esas acciones, desde el semillero psicosocial se busca implementar estrategias para la prevención de violencias basadas en género y el reconocimiento de la economía del cuidado. Aspectos clave para la articulación de iniciativas comunitarias como el Festival al Viento o el Carnaval por la vida, celebrado el pasado 16 de junio, desde el cual se promovió la participación de los habitantes de la comuna 1 a partir de talleres de artesanía teatral y composición de arengas con mensajes sensibilizadores alrededor de estas temáticas.
“En los últimos cuatro meses hemos trabajado con los habitantes de la Comuna 1 en la identificación y prevención de las VBG, al igual el reconocimiento de la economía del cuidado. Entendiendo esta última como todo el sistema de bienestar para la familia y para quienes están necesitando de la misma, siendo una de las formas de prevenir dichas violencias”. Claudia López, profesional psicosocial AeA.