y 716 jóvenes que hacen parte de la población migrante y retornada de Venezuela, que no tenían cómo pagarla la prueba, las pudieron hacer con el apoyo de Ayuda en Acción, USAID, OIM y la Alcaldía de Cúcuta.
Son más de 700 jóvenes con sus propios sueños, con ganas de seguir adelante y de intentar estudiar lo que más les gusta. Se acaba el colegio y se viene la posibilidad, no siempre fácil, de acceder a una carrera técnica o profesional. Es el caso de Jenny Milagros Caceres, quien fue una de las beneficiadas de la alianza entre Ayuda en Acción, USAID, OIM y la Alcaldía de Cúcuta, quienes se unieron para costear 716 pruebas que se llevaron a cabo el pasado 13 de noviembre.
Jenny, quien actualmente vive con su mamá en la Vía Zulia, barrio San Jerónimo, fue una de las beneficiadas. “Al comienzo había mucha gente en la entrada, pero poco a poco nos fueron organizando, nos pidieron mantener la distancia de dos metros. Jenny está terminando sus estudios en el Instituto técnico Jorge Gaitán Durán y enfrentó la prueba con nerviosismo, pero también con esperanza: ve su vida como médica o enfermera.
La Prueba
Según el ministerio de educación: “Las pruebas Saber son evaluaciones externas estandarizadas aplicadas por el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación -ICFES-.
Esta actividad se realiza en el marco del proyecto “Estrategia de prueba integración social y cultural para la población migrante y colombianos retornados provenientes Venezuela”
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