. En el campo no es la excepción. Expertos opinan sobre cómo esta pandemia afectará a los campesinos.
Durante la pandemia el sector agropecuario ha sido fundamental y estratégico para abastecer las necesidades alimentarias. Esto supone cierta solidez del sector, pero en realidad existen muchos desafíos para que los agricultores puedan garantizar la seguridad alimentaria de la población. Asimismo, los retos a futuro son enormes, porque hay que ver al campo como un componente clave de desarrollo económico y social.
Para Orlando Ortiz, coordinador nacional de programas de Ayuda en Acción Colombia, “el gran reto para los agricultores es garantizar las condiciones de sostenibilidad.
Es decir, cómo mantener una producción diversificada, de calidad y con los volúmenes suficientes, para atender la demanda de mercados, no sólo locales o de sus entornos inmediatos, sino poder llegar a mercados regionales, nacionales e incluso internacionales.
Siguiendo lo anterior, disponer de recursos para compra de insumos, contar con sistemas de transporte o medios virtuales para potencializar la comercialización de los productos es todo un reto para los productores, teniendo en cuenta que, por un lado, las vías de acceso en las zonas rurales son insuficientes o están en mal estado, lo que causa que la producción no se venda;
Es triste que siendo un país agropecuario y con buenas producciones deba importar productos que se dan acá. Es el caso de la papa, maíz, soya, algodón, leche, huevos, pollo y frutales como la pera y la manzana. Se debe fomentar la compra de productos nacionales, y modificar los TLC donde se proteja y se dé prioridad a la compra del producto nacional. A lo anterior, otro reto es dar asistencia técnica de calidad, no solo para venta de productos, sino para que el productor pueda también educarse.
Campo

La pandemia ha forzado a adquirir nuevos hábitos de trabajo tanto en lo urbano como en lo rural, pero en especial el sector agropecuario ha tenido que enfrentar el desafío de acelerar los procesos de transformación para no sumirse aún más en la pobreza y desigualdad. Para Erminsu Ivan David Pabón, director del Instituto Mayor Campesino (IMCA), hay 4 nuevos hábitos claves: 1. Que exista suficiente material de protección y cuidado tanto para los equipos de trabajo como para los campesinos. 2. Figuras mixtas de formación, aunque aparentemente son sencillas de resolver con datos pandemia móviles, tienen su complejidad a la hora de encontrar metodologías, ritmos, tiempos de atención en medio de labores cotidianas. 3. En algunas zonas rurales la conectividad aún es demasiado precaria para pensar en resolver temas de formación o acompañamiento por la vía digital o virtual. 4.
La pandemia trae un sinfín de retos, pero abre un escenario de oportunidades para fortalecer y dinamizar el sector agropecuario, porque vuelve a darle valor al desarrollo rural y lo coloca como un sector estratégico para la recuperación económica. Para Orlando Ortiz, de Ayuda en Acción, “volver a mirar al campo es en este momento estratégico como un factor clave de recuperación económica y como un soporte fuerte de contención de la crisis social ya en curso”.
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