Hoy 20 de noviembre celebramos el Día del Niño. Debería ser una fecha especial para los niños y niñas en Colombia, pero 12 millones no podrán celebrarlo. Viven en situación de pobreza multidimensional, privados de algunos de los derechos básicos de la infancia, esperando que algún día les llegue su oportunidad.
Para ilustrar los problemas que enfrentan a diario estos niños y niñas, te presentamos a Mariana. Esta niña de 13 años vive en una de las 7 comunidades donde trabaja la fundación Ayuda en Acción en Colombia.
El derecho al agua potable
Para llegar al jagüey más cercano, hay que andar varios kilómetros. Mariana se conoce muy bien el recorrido porque lo hacía a menudo. Caminaba con sus hermanos hasta llegar a esta fuente de aguas turbias donde también beben animales que pueden ser peligrosos. Pero se tenía que arriesgar, porque su familia necesita más de 30 litros al día. Gracias al trabajo de la comunidad y de las ONG, hoy Mariana y su familia están en mejor salud. Cuentan con un sistema de cisternas en su vereda para obtener agua de lluvia filtrada.
Pero no todos los niños cuentan con este derecho al agua. En el campo colombiano más de 3 millones de personas carecen de acceso a agua potable y saneamiento y recogen el agua de ríos y pozos insalubres que les provocan graves enfermedades. A pesar de que hoy sea el Día del Niño, no saben que tienen derecho a consumir agua potable.

El derecho a la alimentación
Muchos niños y niñas en la comunidad de Mariana padecen de desnutrición debido a la escasez de alimentos que consumen. Lo único que comen diariamente es maíz o ñame. La mala alimentación repercute en su salud. La desnutrición está provocando graves consecuencias en el desarrollo, entre otros efectos, impide desarrollar plenamente las capacidades a la hora de adquirir conocimientos, lo que limitará aún más a estos niños las posibilidades de contar con nuevas oportunidades que le permitan salir del círculo de la pobreza.
En el Día del Niño recordamos que cada año en el mundo 19.000 niños mueren al día por causas evitables, y 1 de cada 3 muere por hambre. Pero Mariana aún puede crecer fuerte y sana para disfrutar de una vida llena de oportunidades. Gracias a la fundación Ayuda en Acción, ella y su familia benefician de un programa de seguridad alimentaria.

El desplazamiento forzado
La familia de Mariana vive en el corregimiento de El Salado, Bolívar. No había nacido aún cuando un grupo armado cometió una terrible masacre, provocando la muerte de más de 60 personas y el desplazamiento forzado de toda la comunidad. En el 2004, su familia decidió volver a su tierra y gracias a la determinación de las víctimas y el acompañamiento actores externos como Ayuda en Acción, Mariana ya está a salvo. Pero millones de desplazados siguen luchando para obtener el pleno reconocimiento de los crímenes y para evitar que la historia se repita.

El derecho a la educación
Mariana es de origen muy humilde. Vive con su en una casa sin electricidad ni agua. Sus padres luchan cada día para conseguir de comer a sus 9 hijos y proporcionarles una educación que les ayude a salir del círculo de la pobreza en el que viven. Por eso, cada día ella y su hermano caminan más de una hora para llegar a la escuela atravesando caminos en mal estado, cruzando arroyos. Pero el invierno pasado, su escuela se inundó.
Durante varias semanas, Mariana fue una más de los 75 millones de niños y niñas que en el mundo han tenido que interrumpir su educación a causa de las crisis o emergencias. Los desastres naturales no solo interrumpen las vidas de los niños y sus asistencia a la escuela, también pueden acabar con sus esperanzas de recibir una educación.

Con ocasión del Día del Niño recordamos que con inversiones adecuadas y oportunas podemos reducir hoy las desigualdades que limitan las oportunidades y los derechos de la infancia, para que lleven vidas más productivas y puedan ofrecer más oportunidades a sus propios hijos.
¡Tú puedes tomar acción para construir una Colombia más equitativa! Apadrina ya en https://ayudaenaccion.org.co/vidasparalelas/