Buscamos disminuir la desigualdad en Colombia. Los retos siguen siendo enormes.
Tener acceso a una vivienda digna. A servicios como el agua, luz, internet, a buenos servicios de salud. A una educación de calidad, parecen obviedades, pero millones de personas en Colombia y, claro, en el mundo, están lejos de disfrutarlas. Por citar un ejemplo, en 1.032 municipios, que representa el 92% de los 1.122 municipios del país, se interpuso en el último año al menos una tutela que invocaba el derecho a la salud.

Además de lo anterior, está la vulneración incluso al derecho a la vida misma y eso implica revisar los altos índices de violencia. Los Derechos Humanos son tantos que la declaración formal de los mismos lleva páginas enteras y ha sido traducido a más de 200 lenguas en el mundo. En Colombia, la vulneración y desigualdad de estos derechos lamentablemente es el común denominador. ¿Es posible un cambio de esta realidad? La respuesta es sí, y a pesar de que las miradas vayan a gobiernos y sistemas sociales y políticos que parecen no pensar en los más vulnerables, como ciudadanos y ciudadanas hay camino silencioso para aportar un granito de arena: la solidaridad.
Nuestra labor
Desde Ayuda en Acción trabajamos en zonas rurales, con comunidades en condiciones desfavorables, y contar con el aporte mensual -60 mil pesos pueden cambiar vidas, aunque no parezca- de cientos de donantes, es un aliciente para seguir adelante y brindar apoyo a tantas familias que lo necesitan.

Penemos en la desigualdad
El trabajo de acompañamiento a las comunidades busca desde satisfacer necesidades básicas como el acceso a agua potable hasta fortalecer la educación en zonas rurales. En pandemia, este derecho se vio todavía más vulnerado no solo por la falta de conectividad sino porque los menores de edad no tenían computadores para recibir sus clases. En AEA trabajamos para permitir que decenas de jóvenes pudieran hacerlo.
De igual forma, hemos acompañado a la población migrante que se enfrenta permanentemente a la xenofobia y a la discriminación. Con grupos de mujeres, quienes en muchas partes del país siguen sin conocer sus derechos y se ven vulneradas constantemente, venimos trabajando en el empoderamiento, pero también en la concientización de sus derechos.
Una alimentación digna, otro derecho que parece por descontado, acompañamos a las comunidades para fortalecer sus procesos de producción agrícolas. La intención es generar más ingresos, mayor competitividad y sostenibilidad para el entorno. Desde Ayuda en Acción, en un día como hoy, la invitación es a pensar en que la solidaridad puede ser un paso importante para disminuir las brechas de desigualdad. No todo está en manos de otros, un pequeño aporte puede ayudar mucho. Todos los seres humanos tenemos los mismos derechos.