“Antes de llegar a Colombia, estuve viviendo con mi familia un tiempo en Perú. Ya no soportábamos la discriminación, por eso tomamos la decisión de irnos para otro lugar. Pasábamos cerca a Colombia y decidimos llegar a Cali para buscar un nuevo rumbo y suerte”. Así empieza la historia de muchas familias migrantes en Colombia.
Norly, su esposo y su hijo, llegaron a Cali el 4 de noviembre del 2020 a la comuna 1, exactamente en la zona del Bajo Aguacatal. Allí empezaron a emprender con lo que sabían hacer para equilibrarse económicamente con lo que podían conseguir en el día. Su esposo consiguió trabajo en construcción y ella empezó a dictar clase a los niños de las familias migrantes.
Poco a poco, Norly fue encontrando espacios de interacción en el territorio de la comuna 1. Allí ha conocido personas que le han ayudado a crecer y sentirse empoderada. Ese es el caso de la Fundación Ayuda en Acción, que desde hace más de 6 meses dicta talleres y capacitaciones en temas emocionales y proyectos de vida a las mujeres migrantes venezolanas. Estos procesos han logrado fortalecer sus capacidades.
De la mano con las familias migrantes
Ayuda en Acción llegó a este territorio y Norly, en compañía de otras mujeres, han notado un cambio significativo en sus vidas. Las ganas de salir adelante y encontrar alternativas les ha generado esperanza en un país desconocido sin sentir ningún tipo de discriminación. Son muchos aspectos que Norly ha superado y ha podido generar conciencia de todo lo que es capaz de hacer, por ella y los demás. Ha podido salir de la depresión, la ansiedad y se ha sentido útil.
“Actualmente dicto desde mi casa nivelación pedagógica a niños de madres migrantes, para conseguir parte de mi sustento y ayudar a quienes más lo necesitan. Poco a poco voy encontrando la luz en mi camino”, afirma Norly.
Ella hace parte del comité de protección infantil de madres migrantes. Gracias a su profesión ha ayudado a miles de mujeres que no han podido brindar una educación estable a sus hijos. También participa en actividades con Ayuda en Acción y en la Biblioteca Comunitaria Pública en temas lúdicos y de lecto-escritura con el fin de ayudar a los niños con dificultad de aprendizaje.
"Hoy en día, mi familia y yo estamos mucho más estables. Gracias a Colombia y a la Fundación Ayuda en Acción, mi manera de pensar y de ver las cosas han cambiado mucho, me amo mucho más y me siento con más capacidad para poder emprender en lo que me gusta hacer: nivelar a los niños y ayudarle a mis hermanos migrantes venezolanos”, dice.
Ella y muchas mujeres están agradecidas con Ayuda en Acción y desean que miles de personas tengan la oportunidad de conocer fundaciones que trabajen en pro de la comunidad, para que alivien sus corazones y encuentren herramientas para salir adelante.