En el marco de la conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas que se lleva a cabo el 9 de agosto, celebramos la conservación de las tradiciones, de las lenguas maternas que se resisten a desaparecer y a acompañar a la comunidad del Resguardo Indígena de López Adentro, en Cauca, en los retos que le esperan.
Colombia es el segundo país más biodiverso en el mundo y el tercero en diversidad de lenguaje indígena o lenguaje materno y es que en Colombia se hablan 70 lenguas: el castellano y 69 lenguas maternas. Según el Instituto Caro y Cuervo 65 son lenguas indígenas que están presentes en las fronteras y en asentamientos localizados en diversas regiones ecológicas, 2 lenguas criollas (palenquero de San Basilio y la de las islas de San Andrés y Providencia - creole), la Romaní o Romaníes del pueblo Room – Gitano y la lengua de señas colombiana.
Las comunidades indígenas se encargan de asegurar que desde que el ser humano se encuentra en el vientre escuche la lengua.
Con la evolución del lenguaje lo último que desean es que desaparezcan. “Cuando volvamos a hablar nuestra lengua, estaremos valorando la identidad. Sabremos de dónde venimos, de dónde vinieron nuestras raíces, de dónde vinieron nuestros mayores. La lengua que nos dejaron es la gran riqueza de nosotros, los Nasa” afirma Aide Ilamo, líder comunitaria indígena.
Según la Organización Indígena de Colombia – ONIC, “para los pueblos indígenas y sus más de 400 mil hablantes, la lengua materna es más que un instrumento para la comunicación; la lengua estructura el pensamiento, crea vínculos, articula relaciones tanto sociales, como con el cosmos, trasmite la esencia, tradición y sabiduría de generación en generación. La lengua crea, aconseja, acompaña, transforma”.
La intervención que adelantamos en Caloto, Cauca, ha representado un crecimiento mutuo. Adicional a la formación en valores y respeto por los derechos humanos de niños, niñas adolescentes y jóvenes que adelantamos; también, y de la mano de nuestro socio local la Corporación para la Investigación, el Desarrollo Agropecuario y Medioambiental – CINDAP, hemos contribuido al desarrollo socioeconómico de comunidades indígenas. Y como equipo hemos tenido la oportunidad de compartir espacios, acercarnos a nuestras raíces y tejer conocimientos. Hallar la mística y sabiduría de los ancestros, su lengua y tradiciones.
Justo en los espacios de diálogo y construcción, identificamos de cerca la relación entre la lengua materna, los adultos mayores y la madre tierra. Tener una conexión entre estos tres protagonistas es estar perfectamente equilibrado. “La madre tierra es la fuente de todo y merece su respeto y cuidado. Si un Nasa olvida sus valores culturales, perdería su norte y no podría obtener los frutos de la tierra”, afirma José Fidel Secue, líder comunitario del pueblo Nasa.